El Molino de las Flores

El Molino de las Flores

El nombre suena como que es un lugar donde se muelen las bellas florecitas pero no es así.Se trata de un parque Nacional ubicado en Texcoco, que ha sido testigo de varios hechos importantes a lo largo del tiempo: lugar de recreo del Rey Poeta Nezahualcóyotl, la Revolución Mexicana; y hoy en día, lugar de recreación para las familias. Antaño fue una hacienda colonial, y de la cual quedan vestigios de los tinacales (lugar donde se procesaba el pulque), la tienda de raya, horno de pan, portería, casa principal, capilla y casa de visitas ¿te imaginas lo grande que era?).

Hoy es un sitio perfecto para pasar un fin de semana y disfrutar de la naturaleza. En familia o con los amigos.

Según las crónicas, en la época prehispánica el terreno que ocupa la hacienda fue parte de los jardines de Nezahualcóyotl. En 1567 el español Juan Vázquez estableció un batán (fábrica de telas).

En 1585 Don Pedro de Dueña compró la propiedad y, aprovechando el cauce del río Coaxcacuaco instaló un molino de trigo, pero conservó el batán. Fue a mediados del siglo XVII cuando Antonio Flores de Valdés heredó la propiedad, y se le conoció popularmente como “el molino de la familia Flores” o “de los Flores”.

Nuevamente volvió a venderse la finca a los Marqueses de Salvatierra y quedó el nombre para la posteridad. “Molino de flores”. Entonces fue que retomó su esplendor económico al convertirse en una hacienda pulquera (la más importante de la región) que abastecía a toda la Ciudad de México.

En tiempos de la revolución mexicana los zapatistas se apoderaron de ella. Saquearon la tienda de raya y quemaron los libros de deudas (¡que bueno!) dejando libres a los trabajadores.

En 1920 los dueños quisieron recuperar las tierras, pero se necesitaba muchísimo dinero para hacerlo, así que nuevamente se puso a la venta, pero en 1937 el presidente Lázaro Cárdenas expropió el sitio y lo decretó Parque Nacional.

Su arquitectura hermosa ha sido sede de filmaciones de cine, como “Sobre las olas”, Eel tigre de Santa Julia, “Las paredes hablan” entre otras; y también para series de tv y videos musicales.

Luego de visitar el casco de la hacienda, llega la hora de comer, y ahí puedes degustar de la deliciosa comida tradicional del lugar. Otras actividades que puedes realizar ahí son:

• Ir a la cabaña chueca.

• Visitar el jardín botánico.

• Acampar en la zona (campamento).

• Recorrer los viveros.

• Admirar las obras que se presentan en los museos de fotografía antigua, animales disecados, artes, cacao y pulque.

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1 comentario
  • Gracias por la información pero no me ayudo de mucho ya que no dice lo que necesito

    Ivana López el

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