El Faro de Mazatlán
Este hermoso lugar sinaloense, además de ser famoso por su alegre y colorido carnaval; también se le conoce por su hermoso faro. El cual se ubica en la cima del Cerro del Crestón.
Está asentado sobre una antigua isla; que por su altitud de 157 metros (es decir, sobre una formación natural) lo hace lucir mucho más espectacular.
Recibió como certificación como el primer “Puerto de altura” en 1821 por decreto de las Cortes de Cádiz. Esto abrió las puertas al comercio internacional, lo cual ayudó al desarrollo de consorcios mineros y comerciales.
Así que el tráfico marítimo se intensificó. Por aquéllos tiempos, llegaban al año alrededor de 60 naves procedentes de Europa y el Lejano Oriente; con mercancías de todo tipo, e igual se iban con productos de nuestras tierras.
A pesar de la gran afluencia naviera; por mucho tiempo no contó con la señalización adecuada. Obviamente ponía en peligro a las embarcaciones y tripulaciones. Fue así como en 1828 se comenzaron a utilizar precarios señalamientos para ubicar a los marinos.
Según las crónicas del puerto, un templete hecho con mampostería fue el primer “faro”, en el cual se encendían antorchas y hogueras, pero la tenue luz solo se podía distinguir a poca distancia. Años más tarde, se empezaron a usar lámparas de keroseno y aceite.
Esto, aunque mejor que las antorchas, no fue suficiente y entonces se construyó una torre donde fue instalada una lámpara que funcionaba con gas a través de una lente especial. Esto permitió mejores condiciones de navegación al permitir acercamientos más precisos. Hasta 1920 se usaron lámparas con filamentos. Al fin la electricidad había llegado al faro.
Los documentos que narran la historia del faro nos dicen que en 1892 se realizaron las primeras construcciones del nuevo faro bajo instrucciones del ingeniero José Natividad González. En 1930 se hicieron las últimas adaptaciones a la casa del faro y se construyó la ampliación de la escollera del cerro de la Alzada con su relleno.
Así fue como se unió el islote con tierra firme. Tal como hoy en día lo conocemos. Este espectacular faro está rodeado por acantilados donde se encuentran varias cavernas. Peligrosas, eso sí, por las corrientes del mar; pero cuentan las leyendas que dentro de ellas se encuentran tesoros escondidos por sanguinarios piratas, que obtenían por el robo a las Naos que venían desde las Filipinas.
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