El chocolate de mi abuela
Seguramente reconocerías un famoso rostro que representa una marca de chocolate de mesa mexicano. La “abuelita del cine mexicano”, o doña Sara García, de García (sí, así con el signo de puntuación). Ya sabes entonces; que estamos hablando de Sara García Hidalgo, quien naciera el 8 de septiembre de 1895 en Orizaba. Ella simplemente nació siendo actriz (ya veremos por qué), hija de padres españoles, fue la única sobreviviente de la familia, pues 10 hermanos fallecieron antes de ella.
Desafortunadamente su madre murió unos años después, pero sus habilidades artísticas en el dibujo le permitieron continuar en el colegio. Debutó como actriz en 1917 cuando fue invitada por Joaquín Coss a participar en el filme “en defensa propia” junto a Mimí Derba.
Su gran talento le permitió también incursionar en teatro interpretando pequeños papeles, pero se incorporó pronto a la “Compañía de Comedia Selecta” en el teatro Virginia Fábregas, compartiendo el escenario con las mayores luminarias actorales de la época.
Ello le permitió trabajar en las mejores compañías teatrales. Ello implicó el viajar por varios puntos del país; hasta que conoció al que sería su esposo: Fernando Ibáñez, con quien procreó a su única hija, a quien llamó María Fernanda, quien desgraciadamente murió en 1940.
No abandonó su carrera por ello, sino que se dedicó de lleno a él; ya que obtuvo su primer estelar en 1936 con el filme “Así es la mujer”, a la cual le siguieron muchísimas más. Aún era una mujer joven cuando se ganó el título con el cual pasó a la posteridad; ya que en la cinta “Allá en el trópico” interpretó un papel de anciana, para lo cual hizo unos cambios en su aspecto, ya que no solo usó peluca; sino que se mandó sacar todos los dientes y se fracturó una rodilla para lucir mejor el uso del bastón.
¿Se imaginan?. Su leyenda como "La Abuelita del Cine Nacional" surgió con la filmación de la cinta Allá en el trópico (1940), de Fernando de Fuentes, cuando, a pesar de ser aún joven, interpretó a una anciana. Para aparentar la edad del personaje se apoyó en una peluca, así como por la carencia de todos sus dientes (se cuenta que ella se los mandó quitar para interpretar un papel en teatro, además de fracturarse una rodilla para tener un uso natural del bastón).
A partir de ahí, se convirtió en la abuelita más consentida del cine mexicano. Trabajó al lado de varios íconos de la época como: Joaquín Pardavé, Pedro Infante, Cantinflas, Jorge Negrete, Abel Salazar, Germán Valdez y Rafael Banquells sólo por mencionar algunos.
Décadas más adelante trabajó con Vicente Fernández . Pero no sólo fue estrella de cine y teatro; también trabajó en telenovelas, fotonovelas y también es la perpetua imagen del chocolate de mesa. Luego de un legado de decenas de películas, el 21 de noviembre de 1980 falleció la abuelita del cine mexicano en la Ciudad de México a los 85 años de edad debido a un paro respiratorio.
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